A veces es necesario despedirse para volver a empezar.
A veces es necesario romperse, desintegrarse para volver a estar completo.
A veces es necesario volver a caminar por los polos para poder sentir lava volcánica estallando en todas las conexiones nerviosas de nuevo.
El "a veces" es sólo la prueba de siempre, la misma pregunta:
¿Hasta dónde quieres llegar?
¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar?
Para mí el "dónde" nunca existió.
Siempre será ese lugar, ese tacto de unos dedos recorriendo mis contornos, ese aroma, o ese sentimiento que prefiero desconocer y cuando llegue denominaré casualidad,
destino.
Incluso a veces, error.
Y entonces, cuando llegue sólo quedará convertirlo en despedida y seguir caminando.
El "dónde" será donde me lleven mis pasos.
Allí donde un simple roce de piel vuelva a estremecerme, donde el corazón me lata con fuerza y la razón decida irse de vacaciones.
Tengo hambre de sentimientos, del sabor de los rayos de sol en la otra punta del mundo.
Será que a veces, no sé conformarme.
Tampoco quiero.
Queridos bloggers, sé que llevaba demasiado tiempo sin pasarme por aquí, he tenido unas semanas muy liadas entre proyectos y trabajos y aunque tuve tiempo no tenía la motivación necesaria para escribir o sacar fotos.
Necesitaba un pequeño descanso para poder volver con ganas y de continuado, así que os pido perdón porque sé que lo que se espera de mí no es que esté 3 semanas sin actualizar sin avisar, pero tanto personalmente como academicamente necesitaba tomarme este descanso.
Dicho esto hoy os dejo dos looks, uno mío con la preciosa falda de Romwe, que ahora que viene la época de comuniones, bautizos y bodas (BBC) es una opción ideal!
Mi amiga Laura lleva un outfit también de Romwe, estoy enamorada de los boyfriend!
Todo muy primaveral hoy, espero que os guste xxx